viernes, 1 de febrero de 2013

Una visión didáctica..



Nuestra realidad, donde mejor se ve reflejada es en las películas. Es el buen cine quien nos muestra las cosas como son, aunque duelan.






Os suena el niño? Me refiero a la película Ser y Tener, una película del francés Nicolas Philibert del año 2002. Pertenece al género documental y cuenta las vicisitudes de un maestro y sus alumnos de una Escuela Rural integrada de la región de las Landas, en Francia.




La película nos recuerda aquellas épocas en las que la relación entre el maestro y los alumnos era mucho más que académica, siendo la Escuela un auténtico espacio de crecimiento personal a todos los niveles. Hoy que tanto hablamos de atención a la diversidad, de éxito para todos, etc, podríamos acudir a ejemplos como el que nos muestra esta película para recuperar la auténtica esencia de la educación: el compromiso para ayudar a los alumnos a ser personas, a ampliarles las muchas visiones del mundo, a hacerles ciudadanos y personas con auténticos valores.


Analicemos el video: se lanzan dos tipos de preguntas. Unas de las que espera respuesta y otras de las que no. En esa clase, existe una variedad tremenda de edades, y el educador sociales lo que tiene que hacer es tratar a cada uno a su nivel. Y si eso es algo complicado en un aula de 20 niños de la misma edad, como debe ser en un aula con 20 niños de edades diferentes? El tema tratado es la intervención y la sensibilización. Se trata de una escuela unitaria, donde hay niños de muchas edades y apelan a ellos como haciendo referencia que son más grandes, que no dan ejemplo y que deben ser más responsables.

Es un claro proceso de mediación lo que se muestra es ese pequeño trozo, donde las preguntas que no esperan respuestas son pequeños ratos de reflexión propia. Aquí nadie es culpable, porque en cualquier proceso de mediación, el supuesto “culpable” puede ser a veces víctima de quien sabe qué acción. No se puede juzgar a nadie y menos sin conocer su caso, su origen, el porqué de sus hechos…

En otra parte de la película, una niña que presenta dificultades al comunicarse, no habla. Es hora de irse del colegio, y resulta tan difícil esa despedida…  Es un claro modelo humanista, con un obvio carácter preventivo. A la hora de la despedida de los niños, se muestra triste. Se entregó a ellos totalmente. Es un ejemplo, como educador social. Demuestra que le gusta lo que hace, solo así puede conseguir lo que se propone. Es bueno en lo que hace y eso se consigue con la motivación, con las ganas que se tiene, el esfuerzo y el interés! 




Uno de los “contra” del modelo Humanista, como también lo mencioné en la entrada de los paradigmas es que crea unos niños débiles, que no son capaces de reaccionar en una situación diferente.

Él normaliza la situación con esta pequeña niña, porque ella no habla. Los demás sí se comunican. Intenta motivarla continuamente, diciéndole cosas positivas. Trata de no romper la relación que a la niña le da confianza. Le dice que no tendrá clases los sábados, y que además vendrá allí y hablarán. Cuidará de los niños…Es un ejemplo a seguir como educador social. Y si algo destaca entre toda su perfección es su voz… aquella voz típica que te tranquiliza con sólo escucharla. Me encanta  !!


Aquí … otro ejemplo ! 




A sus 23 años, todavía con aspecto de estudiante, la idealista Erin Gruwell (Hilary Swank) hija de un activista de los Derechos Humanos que de pequeña había querido ser abogada para defender a los pobres y excluidos, parece dispuesta a comerse el mundo el día que entra en el instituto Wilson para estrenarse como profesora. Pero su clase lo único que espera es sobrevivir un día más; son un grupo multiétnico de adolescentes de los más variados orígenes.

 Lo único que parecen tener en común es el odio que se profesan entre sí y la intuición de que el sistema educativo se está limitando a almacenarlos en cualquier lugar antes de que tengan edad para desaparecer. Erin se empeña día tras día en ganarse a sus estudiantes pese a su obstinado rechazo a toda forma de participación en las clases.

Sin embargo, la actitud optimista de la maestra es una bofetada para los endurecidos alumnos, quizá peor que el cinismo o la indiferencia de los otros profesores. Un día la profesora intercepta un dibujo donde se insulta a un joven negro mediante la exageración de rasgos físicos. En un momento de inspiración, compara el dibujo con las caricaturas que los nazis hacían de los judíos y les menciona el holocausto. Para su sorpresa, la gran mayoría de sus alumnos desconoce la historia de la «solución final» nazi. A partir de ese momento, la maestra modifica el plan de estudio, y cambia «La Odisea» por «El Diario de Anna Frank».
Cuando los directivos de la escuela se niegan a pagar los nuevos libros y otras actividades que Gruwell planea, la profesora toma dos empleos adicionales para financiar su proyecto, lucha contra superiores y parientes, para quienes su nivel de compromiso resulta exagerado e inapropiado. Los jóvenes, en cambio, reaccionan positivamente al desprendimiento de la mujer, y se integran por completo.
Sabiendo que cada uno de sus estudiantes tiene una historia que contar, Erin les anima a que escriban un diario con sus pensamientos y experiencias. Los diarios de los chicos pronto dejan de ser deberes de clase y se convierten en un instrumento de afirmación vital. Cuando Gruwell les regala cuadernos para que hagan anotaciones diarias sobre su vida y pensamientos, los cuadernos se convierten en un remedio y pronto se llenan con el dolor y la angustia de los jóvenes. Sin embargo, el contacto con sus estudiantes afecta a Erin en su familia y en su matrimonio.


El primer día de clase ella observa el patio, hace un breve análisis de la situación, y aunque es desmotivada por los demás profesores en cuanto a la imposibilidad de poder realizar bien su labor, no se deja vencer. Y aun si no funcionó desde el primer día, las clases son un desastre, y un poco desmotivadoras, se planteó unos objetivos tras detectar ciertas necesidades por parte del colectivo con el que trabaja.

Fija más profundamente su atención cuando se da cuenta que todos tienen algo en común. Cambia de metodología: empieza a hacerles preguntas con las cuales ellos se sienten incómodos. “Sabéis donde se consigue droga?” La acción es introducir el tema que ella quiere.

La intervención consiste en que ellos se comuniquen entre ellos. Cambia su tono. Empieza a hacer unas preguntas más serias, y la tensión va aumentando. A ella no le interesa que estén todos en la línea, porque aun así, se sienten unidos. Poco a poco va eliminando gente, el tono de voz es cada vez más bajo y sin llamar la atención: es el momento de ellos.

Les deja un tiempo en el cual no tienen más remedio que mirarse. Ese es su objetivo, es lo que ella quiere, que se den cuenta que al otro lado de la raya hay seres humanos.




Se usa mucho también de la sensibilización: les obliga a decir el nombre de los que han muerto a manos de ellos.

Una estrategia de su metodología, es la creación del famoso cuadernillo, con el que consigue enseñarles literatura pero no “la Celestina” sino a escribir. Les motiva, les dice que todos son importantes y que todos tienen una historia, una historia que contar. De ahí que el nombre de la película se titula “Diario de la calle” y creo que no queda duda alguna que es un claro ejemplo de modelo socio-crítico.






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