sábado, 8 de diciembre de 2012

PARADIGMAS Y MODELOS EDUCATIVOS


Con las primeras entradas, he ido poco a poco introduciendo la didáctica en mi blog, pero hoy considero oportuno meterme más profundamente en lo que es la materia en sí. Quiero hablaros de los paradigmas educativos y las concepciones o modelos que cada uno conlleva. Para ello, me he servido principalmente de la lectura “Reflejos de los Paradigmas Consensuados en el conocimiento pedagógico”, además de las diapositivas, los apuntes, los distintos ejemplos de películas y parte de información que he ido buscando.

Pues bien, hay dos grandes paradigmas dentro del marco educativo: un primer paradigma, cuantitativo y el cualitativo. Algunos consideran conveniente añadir un tercer paradigma que mostraré más adelante donde se incluiría. Pero para poder comprender de lo que voy a hablar es necesario explicar el concepto de paradigma.

Partiendo de Kuhn, definimos el concepto de Paradigma como un esquema de interpretación básica que comprende supuestos teóricos generales. Leyes y técnicas que adopta una comunidad concreta de científicos.
De otra manera el Paradigma actúa como un modelo de acción en nuestro caso pedagógico, que abarca la teoría, la teoría - práctica y la práctica educativa. Orienta por tanto, la teoría, la acción y la investigación en el aula, influyendo en la reflexión de los docentes   y en sus modelos de acción. 
Entendemos entonces por Paradigma Educativo un modelo teórico de la educación entendida como ciencia que afecta a la teoría y a la práctica de la misma. De la unión de los 3 paradigmas nacen los diferentes modelos.



        PARADIGMA CUANTITATIVO     

Sobre el paradigma cuantitativo ha predominado desde mediados del siglo XX hasta cerca de los años 80, en el que han ido asentando poco a poco las críticas tanto filosóficas como metodológicas. Según J. Arnal, D. del Rincón, y A. Latorre, los principios de este paradigma en la investigación educativa se pueden concretar en: la objetividad, la evidencia empírica y el hecho de poder medir y traducir cuantitativamente, en términos de probabilidad. El modelo correspondiente a este paradigma es el modelo Academicista.


                            Academicismo



El hombre ha ido avanzando en su modo de aprender en la medida que ha sido capaz de aislarse de los condicionamientos que tenia a su alrededor. Cuando un hombre empezaba a aprender, lo primero que se le enseñó fue a vivir dentro de un entorno que no le permitía hacer ninguna investigación sino que tenían que tener una rutina y unos hábitos establecidos. Así nace el modelo academicista, que es una repetición de rutinas que se convierten en hábito. Aquí se aprende por repetición.

 Esta concepción  requiere un alumno vacío de conocimientos al que se le va llenando poco a poco con memoria. Dicho modelo pedagógico se caracteriza por centrarse en la enseñanza más que en el aprendizaje, es decir, es más importante que el alumno sea capaz de repetir lo dicho por el docente que su capacidad de comprender y apropiarse del conocimiento.  El énfasis, por lo tanto, estará en la memorización de conceptos. Ellos deben asimilarse a un código considerado como "correcto" donde el portador del código es el mismo docente.

Algunos repiten lo aprendido porque no lo entienden ya que no tienen nada previo para entenderlo, lo memorizan simplemente. Las cualidades de este modelo son el reconocimiento de la autoridad y la observación.

Entre los elementos del currículo que definen este modelo nos encontramos con un grupo de destinatarios homogéneos, que carecen de conocimiento. Son como unas cajas vacías. La base de este modelo es el contenido y el objetivo es el SABER. El profesor, recurso que aporta su información, tiene que transmitirles a los alumnos el saber mediante una metodología basada en la repetición y en la memorización. La clase magistral es su principal metodología.  El profesor pretende que sus alumnos aprendan cierto contenido tal y como él lo ha explicado. 

No hace preguntas. No le interesa las opiniones de los alumnos y por consiguiente tampoco origina debates para evitar duda alguna de sus conocimientos. La evaluación consiste en una reproducción idéntica de lo aportado. Lo que él ha explicado ahora lo recoge y quiere que todos sus alumnos reflejen lo que por ejemplo, para él es didáctica.

Veamos un ejemplo práctico: un fragmento de la película El amor tiene dos caras.



Vemos una clase de matemáticas, en la que el profesor da clase de espaldas. El grupo es homogéneo, todos son universitarios con la misma edad más o menos, dando clase de matemáticas. Lo que se pretende es transmitir los conocimientos matemáticos. Las caras de los alumnos reflejan un aburrimiento total, aunque aún así, el profesor sigue con su clase dándole igual lo que piensan, sienten o  hacen los demás.  
La metodología se lleva a cabo basándose en una clase magistral, ubicada en el ámbito formal,  solamente por parte del formador, ya que no hace preguntas, no hay diálogo, no hay debate, nada.  La idea academicista que yo expliqué antes es más estricta. Los recursos que utiliza son la pizarra, para hacer más visible la explicación y el mismo profesor. Al final, aparece una mujer que le aconseja implicarse mas en las clases porque si no sería como ella dice: “hacer una fiesta de matemáticas y solo te invitaras tú”. 



PARADIGMA CUALITATIVO

El segundo paradigma es el Cualitativo que abarca el resto de los modelos. Como señalan C. Sayda Coello González, C. Rolando Alfredo Hernández León, y A. Boullosa Torrecilla (2000), la perspectiva cualitativa se comienza a aplicar con fuerza en Educación a principios de los años 60, y no es hasta los 80 cuando vuelve a reaparecer en EEUU, Inglaterra y resto de Europa de modo provisionalmente definitivo.

En educación todo es metodológicamente relativo: lo cuantitativo puede aportar datos de interés, pero lo cualitativo puede reflejarse con una validez superior a los asertos cuantitativos. Dentro de este segundo paradigmas nos encontramos con los siguientes modelos:


                                Conductismo


De acuerdo con Watson " para que la psicología lograra un estatus verdaderamente científico, tenía que olvidarse del estudio de la conciencia y los procesos mentales (procesos inobservables) y, en consecuencia, nombrar a la conducta (los procesos observables) su objeto de estudio". Para B. F. Skinner se trata de una filosofía de la ciencia de la conducta, que define varios aspectos esenciales de su objeto de estudio.

Los conductistas definen el aprendizaje como la adquisición de nuevas conductas o comportamientos. Este proceso se halla representado por un reflejo condicionado, es decir, por la relación asociada que existe entre la respuesta y un estímulo que la provoca, o también se puede decir que es el recuerdo del estímulo y su respuesta.
La teoría conductista se centra en el estudio de la conducta observable para controlarla y predecirla. Su objetivo es conseguir una conducta determinada.
Los principales representantes de esta corriente son:
  * Iván Petrovich Pavlov.
  * John Broadus Watson.
  * Burrhus Frederic Skinner 



La base del modelo conductista es la constancia. Los grupos de este modelo son también homogéneos. El profesor tiene que poner a todos al mismo nivel para que a partir de ahí empiece a trabajar sus conductas. Todos tienen que tener la misma base de capacidades.

 Los contenidos son los instrumentos que el profesor utilizará para que se cumpla lo que se quiere hacer. Aunque los contenidos teóricos también están presentes sin embargo son variables, no son tan importantes. Lo que para el academicismo antes era “saber didáctica” en el conductismo es “ser didáctas”. Para conseguir su objetivo lo importante es cómo hacerlo: manipular a las personas. Si haces algo y produce beneficio lo repetirás, sino no. O bien, si haces algo bien te premia, sino recibirás un castigo.

 La evaluación se lleva a cabo a través de la observación o poniendo en práctica el saber hacer. Si el profesor nos da una caja vacía, su objetivo no es devolverle la caja llena de cosas sino saber usas las cosas de la caja. La forma de enseñar depende mucho de la visión que se tiene de los destinatarios pero no solo. También depende de las ganas que tengo yo de enseñar y el interés y la motivación del alumno por aprender. Un claro ejemplo de esto es la academia militar, porque lo que se pretende son comportamientos.



La finalidad de conductismo es condicionar a los alumnos para que por medio de la educación supriman conductas no deseadas.



Aquí os muestro otro trozo a analizar. No es trozo completo de lo que vimos nosotros en clase pero si dos pequeñas partes. Se trata de la película Hitch. 






Estamos ante una clase de “ligue”. Donde la ubicaríais? Yo en el ámbito no formal, porque le da un curso realmente, no es formal como una clase magistral pero tampoco informal puesto que no es algo espontáneo. Si pasamos a analizarlo, ¿qué modelo creéis que es el adecuado para esta peli? Veamos. 

Yo creo que socio-crítico no es porque no se observa ningún tipo de transformación y tampoco humanista porque en el trozo que nosotros vimos en clase, Smith le dijo “nunca vuelvas a hacer eso” y el otro le contestó: “solo intentaba expresarme”. Por lo que el humanista también queda descartado. Academicista tampoco es, porque lo que se pretende es que sepa hacer algo, que sepa bailar no solamente saber.  No transfiere nada, sino que lo reproduce. Le dijo en un determinado momento asegúrate de quien es su mejor amiga, pero resulta que su mejor amiga es un chico. Smith en ningún momento le dijo que se asegurara de que el mejor amigo podía ser un chico. Por lo que descartamos también el modelo cognitivista. El que nos queda es el Conductista, porque realmente lo que se intenta es modificar una conducta. Se basa en un modelo por imitación: te enseño a que lo hagas como yo lo hago. Sus logros tienen que ver con su espontaneidad no con sus conocimientos. Él necesita expresarse.


                          Modelo humanista

El concepto “humanista” es una palabra cuyo uso es muy frecuente en nuestra sociedad actualmente. En ese caso el humanismo reconoce el valor de la persona como la parte más significativa en su formación. Reconoce su naturaleza como punto de partida de su educación además de tener en cuenta el contexto en el que se desarrolla.

En este modelo, los alumnos son entes individuales, únicos y diferentes a los demás. Son personas con necesidades personales y con potencialidad para desarrollar actividades y solucionar sus problemas. También son personas con afectos, que tienen afectos, intereses y valores particulares. En este modelo no se pretende gobernar, sino formar a los estudiantes en la toma de decisiones dentro de ámbitos diferentes. El objetivo de este modelo es claro: saber ser. Aquí hay que considerar las personas humanos, de tal manera que la forma de enseñar será distinta.

 La base de este modelo es preguntar los nombres de cada alumno. Eso hace que los diferencie de los demás. Aplicando este modelo, el profesor se interesa por sus alumnos como personas en su totalidad e intentará ser empático, comprenderlos poniéndose en su lugar. Distintos autores afirman que el alumno promoverá su propio aprendizaje en cuanto éste llegue a ser significativo para él mismo. Es importante también que el alumno considere esto como algo relevante para sus objetivos personales. También es importante que el profesor actúe de manera innovadora, con base en su personalidad, en su auténtico modo de ser.




Siguiendo con el hilo de las pelis, os muestro otra parte de la película “El amor tiene dos caras”. Esta vez se trata de una clase de literatura.





Como acabo de decir, es una clase formal, de literatura. La clase está llena, eso implica cierta motivación por parte de los alumnos. Los contenidos no tienen tanto peso como pasa con el academicismo, son instrumentos que usa para desarrollar su clase. Los recursos que utiliza la  profesora son sus historias personales  y hay un contacto bastante cercano con los alumnos, trata de explicarle el lenguaje teórico de la literatura mediante un lenguaje más coloquial. Los llama por su nombre y eso es una característica fundamental del modelo humanista y se produce ante todo, una comunicación bidireccional, basada en preguntas y respuesta. A diferencia de la clase de mates, ella sí les da la palabra a los alumnos. También pone ejemplos actuales del amor cortés aunque es muy diferente del amor actual.

Si el ejemplo anterior ha sido claro, veamos un ejemplo un poco  más complejo. Se trata de la película la Sonrisa de Mona Lisa.




Volvemos a enfrentarnos a una educación formal: clase de Historia del Arte en una universidad. La profesora entra preparada para desarrollar su clase, y lo que pretende es seguir un modelo de enseñanza. Podríamos decir que el academicista, ya que se sirve de las diferentes imágenes para desarrollar la historia. 

Sin embargo pregunta los nombres, deja hablar los alumnos. Eso ya no es academicismo. Las niñas se lo saben todo porque ellas lo que pretenden es que al salir de la universidad, sean amas de casa. Ellas no estudian para desempeñar una profesión posteriormente. Lo que podría haber hecho para que fuese más humanista es que en ese momento, cuando las niñas mostraban sus conocimientos, preguntarles si realmente entienden lo que dicen. Ella como docente falla en dos cosas: el miedo que tiene y un posible plan B por si se encontraba con una situación así.


                           Modelo Cognitivista


Debido a la necesidad de equilibrar la calidad de la educación para todos los alumnos y alumnas del país, se inicia un modelo de enseñanza llamado Cognitivista.

A diferencia del modelo academicista, cuya metodología principal era la clase expositiva, el constructivismo privilegia las actividades realizadas por los alumnos y alumnas, de manera que no se aprende a través del lenguaje abstracto, sino que a través de acciones.

Se trata de  consensuar con los estudiantes una forma común de comprender una determinada disciplina y para ello se necesita un grupo de alumnos homogéneo, ya que si fuese variado sería un proceso bastante más complicado. Por su parte, el modelo cognitivo se centra en los procesos mentales del alumno o alumna y en su capacidad de avanzar hacia habilidades cognitivas cada vez más complejas, ya sea por sí mismo o con la ayuda de un adulto. De esta manera, ya no hablamos únicamente de conceptos, sino de capacidades cuya estructura es secuencial. Lo que se pretende es saber transferir, poniendo en práctica lo aprendido en cualquier contexto.

Para trabajar con este modelo, es necesario considerar los ritmos de aprendizaje de los estudiantes y reconocer cuándo está en condiciones de acceder a una capacidad intelectual de este modelo, la relación del docente con el alumno o alumna se centra en el rol de facilitador, ya que es el que ayudará a los estudiantes a acercarse a los niveles más complejos del conocimiento. Desde este punto de vista, planificar ya no puede ser simplemente elaborar un listado de contenidos, sino también incluir los aprendizajes que se espera lograr en los alumnos y alumnas, las actividades a través de las cuales el docente se propone lograr estos aprendizajes y, finalmente, la forma en que evaluará si lo esperado se logró, poniendo un problema totalmente diferente al que se le ha enseñado para ver si sabe hacerlo.

Un ejemplo claro de este modelo es el examen de conducir: cada examen es una situación diferente a las clases, ó, si seguimos con el coche… la marcha atrás es otro ejemplo claro del cognitivismo. No todos los coches tienen la marcha atrás igual: algunos la tienen como una 6ª marcha otros apretando y metiendo la 1ª. Tú lo tienes ya aprendido y no tienes que volver a pasar por la autoescuela para usar un coche u otro, sino simplemente transferir lo aprendido.

Este modelo es considerado dentro del paradigma MIXTO por que el proceso de la información es nivelado, lo que refleja la parte cuantitativa, y la parte de la transferencia donde la profesora no está presente es un valor dentro del paradigma cuantitativo.




                               Modelo Socio-crítico

Por ultimo os voy a hablar del modelo socio-crítico. Es un modelo que tiene por base el contexto. Nunca se da igual en contextos diferentes. No es lo mismo dar clases en Nervión que en las Tres Mil viviendas.

El objetivo de este modelo es saber ser, aunque aquí soy yo quien decide qué ser. Aquí el fin justifica los medios. Los conocimientos en este modelo son sólo unos instrumentos que ayudan a cambiar.
Hay una frase que yo creo que define muy bien este modelo: “Educar no es fabricar adultos según un modelo sino liberar en cada hombre lo que le impide ser él mismo, permitirle realizarse según su “genio” singular” (Olivier Reboul, en el libro de Filosofía de la educación)

La concepción socio-crítica procura el crecimiento del individuo para la producción social. En este modelo los alumnos desarrollan su personalidad y sus capacidades en torno a las necesidades sociales. Los procesos de enseñanza tienen en cuenta las habilidades o desarrollo del pensamiento. 

La metodología se basa en el uso de técnicas de análisis situacional, resolución de problemas y transferencia de resultados. Esto requiere del docente el papel de mediador. La evaluación es cualitativa y puede ser individual o colectiva. Se da preferencia a la autoevaluación  y se tienen en cuenta las concepciones y conocimientos espontáneos de los alumnos. Por ultimo, quiero destacar que cada modelo tiene su pro y su contra, y es más o menos adecuado según el objetivo que se pretende conseguir.

Analicemos un último trozo de película correspondiente con este modelo: volvemos a tratar la película La sonrisa de Mona Lisa, una segunda clase de la historia contada anteriormente.





La profesora esta vez estaba preparada, y sabía a lo que se iba a enfrentar. Por ello propuso un contenido diferente al anterior. Hay una comunicación multidireccional donde ella intenta enseñarles aprender a pensar. Les dice: “un libro no te dice qué pensar”. Podría ser humanista, ella se acerca a los alumnos, se comunica con ellos pero realmente no motiva. Ella enseña una foto de chica y alguien dice: “ algo no es arte hasta que uno lo dice”. En ese momento la profesora le contesta “Es arte.” 

Su objetivo es enseñarles que el arte no tiene que ser algo de los libros y punto sino que es algo flexible, que puede estar en todas partes.

Esta parte de la materia me resultó muy complicada al principio cuando se nos mostró la lectura debido a su lenguaje lleno de tecnicismos. Poco a poco con las clases me enteraba de lo que es cada modelo, que pretende, como se hace, pero no conseguía transferirlo. El día de la práctica fue cuando, al ver los vídeos, al analizar cada movimiento, cada detalle, me enteré realmente de “para qué sirve” cada modelo y como se expresa en mi día a día.

 Aunque esto al principio me pareció algo aburrido, cuando termine la práctica me di cuenta que mi opinión cambió radicalmente. Ahora pienso que esta parte es una  de las partes con la que más he disfrutado tanto escribiendo como en las clases mismas.

Entiendo también que no hay un único modelo válido y tampoco uno que sea el más correcto o que de más resultado. La aplicación de un modelo y otro dependerá del objetivo que se quiera conseguir. Espero que hayáis disfrutado leyendo mi entrada tanto como yo cuando la hice.

 Saludos! =)







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